30 mar 2012

Marcha atrás con el Index Librorum Prohibitorum.

El señor Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, revisó la medida que restringía el ingreso al país de publicaciones vía courier o correo, y que había generado críticas por editoriales, escritores y compradores individuales. 

Anoche en el programa "Juego limpio", del Doctor Nelson Castro, por la señal televisiva TN, éste dijo que la Presidente se había dado cuenta que era una mala medida la restricción a la importación de libros, y que había instruído a Moreno para que dé marcha atrás con la misma. Hoy todos los medios se ocupan del tema, entre ellos La Nación.

Y el título de esta entrada se lo tomamos de las expresiones del Director de la Biblioteca Nacional, que por ser un funcionario adicto a este gobierno, no puede más que defender la medida de otro funcionario de este mismo gobierno, aunque es diariamente (Moreno) cuestionado por todos los sectores.

En medio de tantas informaciones que apabullan, el fundamento de la medida parece haber sido "proteger la salud de la población" en lo referente al contenido de plomo en los libros que vienen del exterior. Me acordé de la película "El nombre de la rosa", donde transita otro Guillermo, Guillermo de Baskerville quien en su investigación descubre la existencia de un libro envenenado. ¿Podría ser que nuestro Guillermo, el de apellido ilustre pero costumbres no tan ilustres ni urbanas, esté preocupado por la llegada de libros envenenados a estas tierras australes, como aquel, el de la novela?

Guillermo el inquisidor, Guillermo persiguiendo los libros, y a los lectores...

Hace unos días, mirando la carrera de Top Race por televisión puse atención en una respuesta de un corredor de Comodoro Rivadavia, al abandonar y explicar al periodista sobre el cambio de neumáticos (había llovido, la pista estaba mojada y  ya secándose), terminó afirmando: "no hay repuestos..."

Nadie pareció haber reparado en esa frase que tanta información daba. Es que nuestro país está llevando a cabo medidas desesperadas para evitar la continuidad en la fuga de divisas al exterior, y por eso el Secretario de Comercio pone trabas a las importaciones, no sólo de libros, sino de repuestos, neumáticos, medicamentos, etc.

Las medidas del gobierno deberían estar enmarcadas en una verdadera política de estado que -en este caso- aliente la producción editorial en nuestro país pero no aísle al mismo del mundo, con medidas que a la larga o a la corta podrían volverse en contra de lo que se ha tratado de proteger.

27 mar 2012

Moreno traba el ingreso de publicaciones para “proteger a la población”

Es por la presencia de plomo en las tintas. Para ingresar libros y revistas del exterior hay que firmar una DD/JJ en Ezeiza y desde julio presentar muestras para su análisis. Qué dijo el constitucionalista Daniel Sabsay. 

Cómo adelantó Fortunaweb el viernes pasado, cada día se hace más evidente para editoriales, pero también para los particulares que quieren ingresar sus libros y revistas extranjeras compradas por courier, las trabas implementadas por la Secretaría de Comercio a la importación de publicaciones.

La restricción y sus engorrosas nuevas normas se presentan como una barrera paraarancelaria para algunos o, directamente como un sinsentido que, so pretexto de cuidar la salud de los lectores, o de protejer la industria gráfica y editorial local, en realidad atenta contra el ingreso de libros y revistas que, por más que alguien quisiera, es imposible editar en el país con la tecnología disponible.

Lo cierto es que todo lector que compra y recibe su pedido vía courier ya no podría recibir el producto en la puerta de su domicilio, sino que debe asistir personalmente a Ezeiza, para retirarlo en la ventanilla ¨Particulares¨, en el área de cargas.

Además, las editoriales y librerías están obligadas a recurrir a los servicios de un despachante de aduana y tramitar la declaración jurada anticipada de importación (DJAI), por lo que recién pueden ordenar la compra o importación de material una vez obtenida la autorización.

Y desde julio se hará un análisis de plomo en tintas de todas las impresiones importadas, mediante la presentación de muestras o extracción de las mismas una vez arribado el envío y analizadas por el INTI u otro organismo de control.

Según señala la resolución 453/2010, firmada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el objetivo oficial sería ¨resguardar la seguridad de la población mediante una serie de mecanismos de control utilizados para eliminar los peligros derivados del uso de tintas con altos contenidos de plomo en productos gráficos.

Por lo tanto, será necesario certificar que las tintas que utilizadas en productos gráficos no contengan más de 0,06% de plomo¨. En cualquier caso, esa “contaminación” podría ser nociva sólo si el lector, por ejemplo, pasa su lengua por las páginas.

En cambio, los niveles de plomo, mercurio y otros metales pesados presentes en los cursos de ríos, como la Cuenca Riachuelo-Matanza, sí tiene enormes cantidades de estos tóxicos a los que están expuestos miles de ciudadanos que conviven con ellos y las industrias contaminantes que los provocan.

Ni hablar del cianuro de las explotaciones mineras que contaminan nó sólo el agua sino el medio ambiente que rodea a los proyectos en varios puntos del país.

Incluso, hay una clara discriminación, cuando a la industria editorial local no se le hacen los controles sobre plomo que ahora se le exigen a las publicaciones llegadas del extranjero. En ese sentido, el constitucionalista Daniel Sabsay señaló que esta medida es claramente violatoria de derechos constitucionales.

Ya faltan libros por las trabas a las importaciones

Por Patricia Kolesnicov

A las restricciones impuestas en octubre, se sumaron nuevas regulaciones. Los editores dicen que no dejan entrar 3 de cada 10 títulos. Afecta a libros infantiles, pero también a los de Inglés y Medicina.
Basta de osito desplegable, brillantina, ruiditos en las páginas, títeres metidos entre las tapas. Basta de todas esas cosas que se imprimen en China: los libros para chicos son los que de manera más drástica sentirán las restricciones a la importación.Pero no están solos. Ya faltan libros de Medicina y de Inglés, cuentan los libreros. Para ser precisos, dicen, los de las editoriales Oxford y Santillana. Ya se están contratando menos libros en ferias internacionales. Ya los científicos tienen problemas para recibir revistas de afuera. Ya se están imprimiendo más libros en el país, y los costos de impresión aumentaron alrededor del 20% sobre la inflación, cuentan los editores. Ya no se puede traer libros “puerta a puerta” por courrier: si uno quiere que le manden, digamos, 10 o 20 libros, tiene que ir al courrier, buscar la documentación, pagar 60 dólares más IVA, ir a la Aduana en Ezeiza y ahí esperar a que le digan si su envío puede ser recibido o necesita un despachante. Ya la gente del sector avisa que traerá muchos menos de esos libros que venían de a 300 o 400 ejemplares y que eran “gustitos” colados en containers más grandes.
Este es el resultado de las restricciones a la importación de libros que se empezaron a implementar en octubre y a las que se sumaron nuevas regulaciones en las últimas semanas.
En octubre se “acordó” con Guillermo Moreno que cada editor tenía que exportar por el valor que importaba. Y la Cámara Argentina del Libro (CAL) arregló un sistema según el que los socios de esa Cámara –que agrupa, sobre todo a editoriales chicas– podían compensar exportaciones e importaciones entre ellas. Cada editorial tiene, así, un tope de importaciones anual.
Lo nuevo es, básicamente, el análisis de la cantidad de plomo que tiene las tintas de los libros y la necesidad de entregar una declaración ante la Dirección de Lealtad Comercial –dependiente de Comercio Interior– por cada libro que se va a importar. Y cuando se entrega la declaración, a esperar: ellos dirán cuáles libros entran y cuáles no. Título por título.
Ayer, el tema ardió en Twitter. La mecha la encendió Hernán Casciari, el autor de “Más respeto que soy tu madre” y de la revista, blog, editorial y bar Orsai. En su blog, contó del orgullo que suele mostrar él, que vive en España, por la vitalidad de la cultura argentina. Pero que ayer, cuando lo llamaron de una radio para preguntarle por qué los argentinos no podían encargar publicaciones al exterior, no tuvo qué decir. Y largó un hashtag, esos temitas que corren en Twitter: #liberenloslibros. Y ese tema estuvo en punta todo el día.
“De los pedidos de licencia que hicimos –cuenta Teresita Valdettaro, de Guadal– nos aprobaron el 70%. No sabemos por qué los demás fueron denegados. Como la medida recién empieza, los libros que presento ya los tengo encargados, o impresos en China, o en el barco o en el puerto”. Aunque ayer el presidente de la Cámara Argentina del Libro, Isaac Rubinzal, dijo que a la fecha no tienen “paradas las importaciones”, Guadal todavía tiene en el puerto entre 12 y 16 mil libros. “Son tres o cuatro colecciones. Están ahí porque no tenemos plata para sacarlos: necesitamos unos 16.000 dólares por colección”, dice Valdettaro. Estos libros, dice la editora, tienen un costo promedio de un dólar y medio, a lo que ahora se sumó un dólar de gastos aduaneros.
“Solía comprar 100 libros en las Ferias de Frankfurt y Bologna. Este año, contraté 5 reimpresiones y 5 nuevos”. El control del plomo, dice, es más una traba burocrática que real: “Ningún imprentero oriental desconoce estas regulaciones. Internacionalmente no sólo se chequea el plomo sino también las puntas redondeadas”.
En definitiva, dice, se acabaron los libros “con chiches”. Porque “para texturas o sonido, no existe tecnología fuera de China, y si existe es muy cara. Nosotros, los ingleses, los rumanos, todos imprimimos en China. Acá puedo hacer los de cartón, pero me cuestan más del doble”.
“Es casi imposible, por precio, hacer los libros en la Argentina”, dice Ana María Cabanellas, de la editorial Heliasta, ex presidenta de la Unión Internacional de Editores. “Pudimos hacer entrar los libros, pero nos mandaron los pallets a una inspección del SENASA por primera vez en años...” “Voy a dejar de traer libros de menos de 600 ejemplares”, dicen desde una editorial grande. “No te digo los títulos porque le vendo al Estado y no quiero que me identifiquen”. Algo parecido pide el director financiero de una de las líderes en libros infantiles. “Traíamos 400.000 ejemplares por año. Y localmente, producíamos 2 millones. De cada título, a veces eran muchos ejemplares, a veces 200. Y estos, si no pueden entrar, tampoco los podemos hacer”. Son libros de inglés, de metodología de la enseñanza, de gramática. Los costos, cuando empiecen a imprimir en la Argentina, van a subir, dice. “Del año pasado a este los presupuestos aumentaron un 35, 40 por ciento. Si se le descuenta la inflación...” Esos costos, dice “inevitablemente, van a terminar en los precios”.
Otro importante distribuidor cuenta que acaba de pedir “30 libros de títulos de los que antes hubiéramos traído 70. Eso limita las librerías a las que podés entrar. Estoy repartiendo 2, 3 ejemplares por librería. No puedo ir a Yenny...”. Los libros que trae son exquisiteces de editoriales chiquitas, que nuestro paladar ya no probará.
Muchos editores apuntan a la Federación Argentina de la Industria Gráfica. Ellos, dicen, presionaron para que se imprimiera acá. Ayer su gerente, Jorge De Vito, dijo a Clarín que “los libros de texto argentinos tienen que pagar IVA sobre todos los insumos. Si ese libro se imprime en el exterior, no paga IVA. Estamos subsidiando a las imprentas del resto del mundo”. Y aseguró que aquí se puede imprimir todo. Aunque la complejidad del sector –¿quién va a imprimir los tres libros que se traen de una Universidad del País Vasco?– lo desmienta.
Se trata de que la defensa de la industria nacional no acote la diversidad cultural y nos meta, de nuevo, en el País Jardín de Infantes. Natu Poblet, lectora y decana de los libreros, se preguntaba hace unos días si llegarían, por ejemplo, los libros de la poeta polaca Wislawa Szymborska, que se editan en España. Por ahora, queda el reclamo: #LiberenLosLibros.

26 mar 2012

Crean un nuevo material casi insumergible

CIENCIA

Un barquito construido con apenas 500 gramos de esta sustancia sería capaz de soportar encima más de 450 kilos sin hundirse. Absorbe el aceite, por lo que podría ser útil en la limpieza de derrames de petróleo.

Un material nuevo y asombroso ha sido presentado durante el encuentro anual de la Asociación Americana de Química, una importante sociedad científica que se reúne estos días en San Diego (California). Se trata de una de las sustancias sólidas más ligeras del mundo, pero tan resistente y fuerte que si se emplearan menos de 500 gramos para construir un barco sería capaz de soportar 453 kilos -lo que pesan cinco frigoríficos- sin hundirse. El material se inspira en los secretos que permiten a algunos insectos caminar sobre el agua y, por si fuera poco, absorbe el aceite, por lo que podría ser muy eficaz en la limpieza de derrames de petróleo.

El hallazgo se sitúa en un campo emergente llamado biomimética, en el que los científicos se inspiran en la naturaleza y adaptan los sistemas biológicos de plantas y animales para su uso en la medicina, la industria u otros campos. Según explica Olli Ikkala, de la Universidad de Tecnología de Helsinki en Espoo (Finlandia), el nuevo material flotante, diseñado para imitar las patas largas y delgadas del insecto tejedor que camina sobre el agua, está hecho de un aerogel, compuesto por nanofibras de la celulosa en las plantas. Los aerogeles son tan ligeros que a algunos de ellos se les llama incluso «humo sólido». También tienen notables propiedades mecánicas y son flexibles.

«Estos materiales tienen propiedades realmente espectaculares y podrían ser utilizados de manera práctica», dice Ikkala. Las aplicaciones potenciales van desde la limpieza de los derrames de petróleo hasta la creación de productos tales como sensores para la detección de la contaminación ambiental, robots miniaturizados militares e incluso juguetes infantiles y flotadores prácticamente insumergibles.
El nuevo material contiene celulosa, que se compone de cadenas largas de la glucosa de azúcar unidas entre sí en un polímero, como un plástico natural. La celulosa da a la madera su fuerza notable y es el principal componente de los tallos, hojas y raíces de las plantas. Tradicionalmente, los principales usos comerciales de celulosa han sido en la producción de papel y textiles (algodón). Pero el desarrollo de una forma muy elaborada de celulosa, denominado nanocelulosa, ha ampliado las aplicaciones y ha provocado una intensa investigación científica. La nanocelulosa consta de las fibrillas de diámetros tan diminutos que 50.000 de ellas encajarían en el punto y aparte de esta frase.

Renovable y sostenible

Ikkala explica que la celulosa es el polímero más abundante en la Tierra, una materia prima renovable y sostenible que puede ser utilizada de muchas formas nuevas. Además, la nanocelulosa resulta prometedora. «Puede tener un gran valor para ayudar al mundo a adaptarse a materiales que no requieren de petróleo para la fabricación y su uso no influye en el suministro de alimentos o en los precios, como el maíz u otros cultivos», explica Ikkala.

La nota completa, en el enlace citado

22 mar 2012

Pérdida de memoria: el reto de una vida sin recuerdos


Despertarse cada día sin recordar nada de lo anterior es una afección más común de lo que se piensa.


 "Cuando duerma, mi mente borrará todo lo que hice hoy. Mañana me despertaré como esta mañana: pensando que todavía soy una niña, pensando que tengo toda una vida llena de posibilidades por delante".Son los pensamientos de Christine, el principal personaje y voz narradora en la novela debut del escritor británico Steven J. Watson, "Antes de irme a dormir".

Christine tiene una recurrente pérdida de memoria, con lo que olvida todo conocimiento de su pasado de un día para otro.Como resultado, se despierta cada mañana sin saber dónde está o cómo llegó ahí. O que el hombre tendido junto a ella en la cama es su marido desde hace más de 20 años.

Pero, ¿existe en la realidad esta forma de pérdida de memoria?" Creí que lo había inventado", dice el autor, Steven Watson. "Pero hay gente que al parecer tiene una afección similar. Hay muchos mecanismos de la memoria que todavía no entendemos".

Watson se inspiró al ver el obituario de Henry Gustav Molaison, quien desde que fue operado por epilepsia en 1953, había sido incapaz de crear recuerdos nuevos. Hasta su muerte a la edad de 82 años en 2008, vivió constantemente en el pasado.

"Pensé en cómo habría sido el no tener recuerdo alguno de los años intermedios. Fue un momento de lucidez, me pareció una historia con magnetismo".

También leyó e investigó el caso de Clive Wearing, un director de orquesta y músico británico que sufre amnesia severa desde que contrajo una infección cerebral en 1985.

Su memoria dura poco más de 10 segundos, lo que le hace olvidar a las personas que acaba de ver momentos antes.

Watson dice que se dio cuenta de que los recuerdos son la raíz de quienes somos.

"Me impresionó lo fundamental que es para nuestro sentido del ser la capacidad de rememorar nuestras experiencias, lo inquietante que debe ser estar varado en el tiempo, sin conocimiento del propio pasado".


No olvidar: :-)
Para leer la nota completa hacer click con el ratón en el título.

20 mar 2012

Científicos argentinos realizaron descubrimiento clave sobre la memoria

Científicos del Instituto Leloir y el CONICET realizaron un importante descubrimiento para entender la representación de las asociaciones de ideas. 

 Un equipo de científicos argentinos descubrió un proceso clave en el funcionamiento de la memoria. Los investigadores revelaron cuál es el rol de las neuronas jóvenes generadas durante la edad adulta en el procesamiento de información que permite la formación de la memoria y la representación del espacio que nos rodea.

Si bien suele afirmarse que las neuronas que mueren en los individuos adultos no se regeneran y que su nacimiento sólo ocurre durante el desarrollo temprano, es sabido que existen regiones específicas del cerebro de los mamíferos donde las neuronas continúan generándose durante la adultez. En los humanos, la neurogénesis adulta ocurre en el giro dentado del hipocampo, una región del cerebro esencial para la formación de diversos tipos de memoria y para la representación del espacio en el cual se desplazan los individuos.

El doctor Alejandro F. Schinder, director del Laboratorio de Plasticidad Neuronal del Instituto Leloir e investigador del CONICET y sus colegas Antonia Marin-Burgin, Lucas Mongiat y María Belén Pardi lograron desentrañar qué funciones desempeñan esas neuronas generadas durante la adultez.

Utilizando modelos animales, emplearon en ratones técnicas de registro de la actividad neuronal y establecieron que las neuronas “jóvenes” poseen propiedades que las hacen más activas que el resto de las más maduras que integran el circuito.

“Estas propiedades perduran solamente un par de semanas, luego de lo cual las neuronas jóvenes maduran y se tornan indistinguibles de las neuronas preexistentes”, destacó la doctora Marin-Burgin en diálogo con la agencia de Divulgación Científica y Técnica del Instituto Leloir.

Los experimentos demuestran, además, que las neuronas jóvenes son menos selectivas que las maduras en su respuesta a distintos estímulos, lo que las vuelve más aptas para la representación de asociaciones.

La investigación permitió concluir que las neuronas jóvenes que se generan durante la adultez no sólo remplazan neuronas que van muriendo naturalmente; también son capaces de activarse y transmitir información en forma más eficiente que sus compañeras de circuito más maduras o desarrolladas.

De acuerdo a los investigadores, el hipocampo contaría con una camada renovable de neuronas jóvenes que actúan como recolectores del contenido global de la información y otro grupo de neuronas maduras que capturan segmentos de información en forma más selectiva. Los autores del estudio concluyeron que el conocimiento de estos mecanismos podría inspirar, en el futuro, posibles estrategias de reparación cerebral.
http://www.elheraldo.com.ar/noticias/68701_cientificos-argentinos-realizaron-descubrimiento-clave-sobre-la-memoria.html